LA LEYENDA DEL ESPANTAPÁJAROS
LOS MIEDOS
Una fábula de Kafka habla de una ardilla del bosque que quería vivir segura. Se metía en su madriguera y la tapaba con mucho cuidado para que ningún depredador la descubriera. Pero para estar seguro, tenía que verla desde fuera y comprobar que el camuflaje era perfecto. Inevitablemente, al salir, destruía su obra, y otra vez tenía que volver a empezar. Evidentemente al final, un gato montés la devoró ese mismo día.
A veces
dedicamos demasiado tiempo y energías en “defendernos” de los demás cuando
nuestros peores enemigos somos nosotros mismos.
La
inteligencia humana es capaz de utilizar el miedo para su beneficio. Pero para
ello, en primer lugar, debemos comprender la función del miedo. Tenemos que
distinguir entre “miedos amigos” (los que están bien adaptados a la situación)
y “miedos enemigos” (los que como a la ardilla de nuestra fábula son tan
exagerados o patológicos que nos paralizan y nos impiden alcazar nuestras
metas). Tener miedo a cruzar la calle corriendo con el semáforo en ambar es un
“miedo amigo” porque el hacerlo nos pone en serio peligro, tener miedo a que no
venga nadie a recogerme al cole cuando todos los días vienen es un “miedo
enemigo”. Desde el cole y desde casa se puede intentar ayudar a los niños a
clasificarlos.
Todos tememos
algo de forma excesiva, por eso es importante identificarlos. Nuestra siguiente
tarea sería enseñarles a afrontar los que hemos clasificado como “miedos
enemigos”. Deberíamos ser capaces de actuar a pesar del miedo si las
circunstancias lo exigen. Para ello debemos fomentar la fortaleza personal y la
capacidad de resistir y mantener el esfuerzo (resiliencia). Debemos enseñarles a
proyectar el futuro y a utilizar su imaginación para superarlos.
Es importante
que les ayudemos a identificarlos porque es muy común que los más grandes se
escondan: el miedo al rechazo de los demás, al abandono, a que nos pase algo y
no esté mamá,…
¡SUERTE MIS
VALIENTES!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario